"EL TATA" JOSÉ LUIS BROWN (1956-2019)



Buenos Aires, Argentina; 11 de noviembre de 1956-La Plata; 12 de agosto de 2019.
Es el único jugador que anotó un gol en una final de un Campeonato Mundial de Fútbol (México 86) que pasó por el fútbol colombiano. Apodado “El Tata”, José Luis Brown llegó a Atlético Nacional proveniente de Estudiantes de la Plata y no tardó en adaptarse a la ciudad, al equipo y a sus compañeros. Durante más de un año mostró su potencia en el juego aéreo, el cual en ambas áreas era pieza de garantía para defender y ofender. Nacido en Ranchos, Argentina, el 11 de noviembre de 1956, llegó al cuadro verdolaga en 1983 y conformó un equipo de ensueño dirigido por el uruguayo Luis Cubillas con jugadores como Pedro Sarmiento, César Cueto, Sergio Santín, Sapuca, Guillermo La Rosa, Hernán Darío Herrera, Lorenzo Carrabs y demás que estuvo cerca de ser campeón.
Muy efectivo en los cierres, poco permeable por arriba e impasable en los duelos personales, mantenía siempre esa especial característica de los argentinos de tener 90 minutos de juego una concentración del 120 por ciento. Lo suyo fue cortar, cubrir, proteger, limpiar la jugada. Y respaldar a su cuerpo técnico como solo ellos lo saben hacer. Hasta lo usaban de nueve cuando las papas estaban calientes, como en Bogotá ante Santa Fe 0-2 abajo en el marcador. Cuando Cubillas vio que no había variantes ofensivas para voltear la historia metió a Luis Fernando Suárez y sacó a Guillermo La Rosa, enviando a Brown al área rival. ¿Resultado? 3-2 ganó Nacional con un tanto del “Tata” y dos pases-gol suyos de cabeza a Sapuca que sentenciaron ese marcador.
Brown era un defensa que cuando pasaba la mitad de la cancha era para sumar juego, no gente. Lo hacía con criterio y aportaba en ideas. En la pelota detenida era infalible. Los rivales sentían la determinación y ambición del argentino para encarar esas pelotas quietas a favor en las que ganaba con una facilidad asombrosa. Los rivales hasta le enviaban doble marca para evitar su cabezazo, siempre nítido, cristalino, con armonía perfecta, certero. Se desmarcaba con rapidez, buscaba el espacio y lo atacaba con la fiereza que solo tienen los diferentes. Así anotó a Alemania en el Azteca para abrir la cuenta de la final de un Mundial y así lo hizo con Nacional ante rivales como Millonarios, Santa Fe y varios más.
De vez en cuando la mente viaja a miles de días atrás en la historia y recuerda lo veloz que era para adelantarse a las jugadas del rival, la habilidad innata, y mejorada en memorables tardes de sol y agua, la gran saltabilidad que tenía y cómo aprovechaba su gran virtud en ambas áreas. En medio de ese viaje mental, tan fugaz como su salto, el cerebro dicta inmediatamente la sentencia: José Luis Brown funcionaba como un reloj suizo, generalmente ofrecía partidos sin fisuras defensivas y fue artífice de una generación irrepetible. FUENTE: atlnacional.com.co





CAMPEÓN DEL MUNDO CON LA SELECCIÓN ARGENTINA 1986

CON BOCA JUNIORS