"COCO ROSSI, TALENTOSO DEL BALÒN"


Entrevista a un ex-Verdolaga: Carlos Campillo.


El exjugador de Nacional Óscar “Coco” Rossi falleció el miércoles de la semana anterior en su natal Buenos Aires (Argentina). La institución “Verdolaga” le hizo un pequeño homenaje en el partido de ayer ante Tolima .

La noticia lo tomó por sorpresa, le enfrió el cuerpo e inmediatamente se llenó de nostalgia. La escuchó en el programa Wbeimar lo Dice e inmediatamente evocó gratos recuerdos. Pensó y reflexionó sobre la muerte y concluyó que está viejo, que ya son varios los calendarios que ha gastado y por eso ha visto partir y ha despedido a varios de sus amigos.

Pese a que solo convivió con él un año, Carlos Campillo recuerda al argentino Óscar “Coco” Rossi gratamente: “Fue un gran jugador, de lo mejor que ha venido a Colombia.

Considerado por la revista El Gráfico como uno de los futbolistas más técnicos en la historia del fútbol argentino”, comenta el exjugador de Nacional y Medellín (entre otros) y agrega: “como persona, un excelente compañero, un buen tipo, sencillo, no posaba como figura por ser argentino y mundialista (Chile 1962), no era agrandado por ser extranjero y veterano, no discriminaba a los colombianos como sucedía en algunos casos con los futbolistas foráneos”, completa Campillo, quien lo compara con la “Chancha” Fernández y hoy en día con jugadores pasadores y creativos como Macnelly Torres y Giovanni Hernández, “pero con mucho más talento”, hace la aclaración abriendo sus ojos y recitando este detalle con un tono de voz más fuerte.

Otros recuerdos.

Sobre su legado en Colombia, Campillo menciona: “Él, como todos los argentinos, nos dejó la escuela del toque, toque, que tanto disfrutamos en Antioquia, el estilo como juega el Barcelona hoy en día, la pared, el fútbol bonito y con lujos como los túneles. Con él fuimos subcampeones en Nacional en 1965, detrás del Cali que tenía un equipazo. Con él, Eduardo Balasanían, Óscar Romero, Gilberto Osorio, Julio Gaviria, Peplillo Marín, Oswaldo Sierra, entre otros, conformamos uno de los mejores equipos de Nacional en la historia, solo un escalón más abajo que el de la época de Zubeldía y el de Maturana”, recuerda Campillo, quien cierra el baúl de sus recuerdos con dos anécdotas:

“Colombianos y argentinos empatábamos a dos goles en el Suramericano (Copa América) de 1963 en Bolivia. Para nosotros era una hazaña ese resultado, pero él entró por Menotti (César Luis) faltando cinco minutos y con dos pasegoles de él nos ganaron 4-2. Era desequilibrante, un jugadorazo y era suplente porque ya era veterano, pero marcaba diferencia donde fuera, ¿qué tal que estuviera joven?”.

“La otra que recuerdo de Rossi es que era un profesional a carta cabal, no trasnochaba, ni se tomaba un trago, en cambio nosotros vivíamos de fiesta en fiesta en Lovaina, en la Curva del Bosque, tomando cerveza y ron casi todos los días, menos el día del partido. Un día llegó al entrenamiento con gafas oscuras, dizque para pasar desapercibido, pero nosotros nos dimos cuenta que venía muy mal, mareado, pálido y enguayabado, ese día se la montamos y lo fastidiamos todo el día, Al parecer le cayó muy fuerte el guaro antioqueño”, finalizó entre carcajadas Carlos Campillo.

Adiós a un grande

El exjugador de Huracán, Racing, San Lorenzo, Atlético Nacional y Sporting Cristal falleció a los 82 años debido a una complicación cardiovascular. Los hinchas verdes que lo vieron jugar lo catalogan como uno de los mejores jugadores en la historia nacionalista y recuerdan con especial agrado el gol olímpico marcado al Quindío en el estadio Atanasio Girardot en el año 1965, también la forma como pateaba los penales: suave, muy suave y a los costados. "Un día", recuerda Campillo, "le pateó al ‘Gordo’ Olmos del Deportivo Cali tan suave, que al portero le dio tiempo de pararse (se había tirado al otro costado) y lanzarse para el otro costado en donde agarró el balón e impidió el gol. Fue la única vez que lo vi patear mal, siempre lo hacía bien".

FUENTE: Periódico El Mundo.